Sigue los siguientes pasos para limpiar de forma eficaz tu vitrocerámica:
1. Elimina la suciedad superficial de la placa con un paño húmedo.
2. Elimina las incrustaciones con una espátula o rasqueta para vitrocerámica.
3. Te recomendamos utilizar un limpiador para placas. Aplícalo y aclara con una bayeta húmeda.
4. El último paso es secar la superficie con un paño seco.