Mantenimiento y cuidado de tu secadora

Después de cada uso, hay que limpiar el filtro de la secadora. Si lo haces, te aseguras de no perder la calidad de secado de este electrodoméstico y evitas averías. Es un procedimiento muy sencillo que no te ocupará mucho tiempo. Para limpiar el filtro de las pelusas de la secadora debes localizarlo en la parte más visible de la puerta. Antes de nada, limpia con un paño la propia puerta y la cavidad en la que se aloja el filtro. Cuando hayas extraído el filtro limpia y elimina las pelusas por fuera y por dentro, repitiendo el proceso en ambas partes que lo componen. Espera a que se seque para volver a colocarlo en la misma posición en la que estaba al inicio del proceso. Cuando lo hayas hecho ya tendrás de nuevo tu secadora lista para dejar la ropa en perfectas condiciones.

Si tienes una secadora Balay y no la tienes conectada al desagüe, es necesario que vacíes el depósito de condensación después de cada uso. Es un cajetín muy parecido al del detergente de las lavadoras. Vaciar el depósito de una secadora sin desagüe es muy sencillo, pero debes tener cuidado de que el agua no esté caliente. Al no tener un tapón también debes ser cuidadoso a la hora de vaciarlo. Vuelca con cuidado el agua y al terminar vuelve a llevar el depósito a su posición original.

Si no tienes una secadora con condensador autolimpiante, deberás llevar a cabo la limpieza del condensador 3 ó 4 veces al año, de lo contrario podría verse afectada la eficacia de secado; esto hace que la secadora consuma más energía incrementando tu factura de la luz. Para limpiarlo debes abrir la cubierta de mantenimiento (la encontrarás en la parte inferior, al lado de la ventilación). Mueve las palancas de bloqueo, una hacia la otra, y extrae el condensador. Después, limpia el condensador con agua caliente y escurre completamente. Cuando acabes, coloca de nuevo el condensador, bloquea las palancas y cierra la cubierta.